La Sub 23 arrancó perdiendo con Paraguay y, sobre la hora y con un buen ingreso de Echeverri, alcanzó el empate por Gondou.

La ilusión y la realidad a veces se chocan, van por caminos distintos y no es fácil su encuentro. Eso le ocurrió en el debut al Sub 23 que sueña con quedarse con uno de los dos pasajes a los Juegos de París para que, si así lo desean, digan presente Leo y Angelito. Porque prometió más de lo que generó y no le alcanzó con dominar, por momentos, a Paraguay. Es más, arrancó perdiendo y terminó rescatando un punto, agónicamente, sobre el final.
Es cierto que el equipo de Mascherano fue el protagonista del encuentro: tuvo más la pelota, se plantó la mayoría del tiempo en campo rival y siempre buscó. Sin embargo, Paraguay, con poquito, lo complicó. Tanto lo complicó que casi se lo termina ganando. ¡Ay!
Es que el rival tardó en meterse en partido, pero cuando lo hizo se adelantó unos metros, empezó a presionar más alto y ahí Argentina mostró algunas imprecisiones. Aunque ya no pudo manejar la bocha con total libertad, mostró tener variantes. Entonces, cuando no se podía trasladar con Thiago Almada como gestor de los ataques, lastimaba por las bandas con las subidas de Quiroga por derecha y de Barco por izquierda y sino probaba de media distancia Santi Castro, pero le faltó profundidad para lastimar más...