La importancia de un consultorio para pacientitos crónicos

  prensa Hospital Rawson 
La mayoría son pacientes con secuelas neurológicas de diferentes tipos: por accidentes de tránsito, por alguna patología genética al nacer, por hipoxias perinatales, por traumas maxilofaciales o por necesidad por aumento en la demanda de nutrientes, como desnutridos extremos que necesiten sonda nasogástrica por un período prolongado, ante lo cual resulta muy necesario que otros profesionales deriven a este consultorio a los pacientes que puedan tener patologías similares.

Este equipo está conformado por nutricionistas, enfermeras, psicólogas, trabajadoras sociales, kinesiólogas, fonoaudiólogas, cirujanos, gastroenterólogos, odontólogas, endoscopistas digestivos. “En el consultorio le facilitamos la posibilidad a estos pacientes y sus familias de evitarse traslados por separado para consultas a diferentes especialistas y logramos como equipo ponernos de acuerdo para la toma de decisiones”, señaló el Dr. Néstor Lucero.

“Son pacientes crónicos, muy complejos, que a veces tienen tantos problemas que no alcanza la atención en una guardia, muchas veces con problemas motores que necesitan la atención de cinco especialistas y lo necesario es que lo vean en un mismo día, de otra manera son pacientes que se terminan perdiendo. Por eso es imprescindible la atención multidisciplinaria y en un mismo momento. Con eso el paciente tiene una mejor atención, el sistema ahorra tiempo y recursos”, expresa la Dra. Vanesa Garzón.

“Los mismos médicos de esa manera aprendemos de los demás especialistas, de cómo se aborda al paciente desde ópticas distintas, es muy provechosa esa transdisciplina”, considera la profesional.

“La mayoría de estos pacientes tienen parálisis cerebral, cuando son menores de un año nos llegan con trastornos de deglución, el 80% con secuencias neurológicas por una hipoxia perinatal, necesitando muchas veces alimentación complementaria como sonda o gastrostomía. Una buena alimentación es clave para avanzar en el resto de las patologías”, señala Lucero.

Lo importante es que el paciente que asiste por primera vez sea derivado por escrito por médico de cabecera, con resumen de historia clínica, escribiendo al mail [email protected] o de manera telefónica.

El equipo se reúne el primer y tercer jueves de cada mes en el consultorio 9, primer piso de consultorios externos pediátricos (ex hospital de niños).

El equipo ya obtuvo un premio nacional

Los médicos del consultorio de Esófago y disfagia presentaron un caso en un congreso nacional de la Sociedad Argentina de Pediatría en Buenos Aires, obteniendo un premio.

El caso presentado fue sobre una paciente de 13 años que consultó por una infección en la cadera. El Dr. Néstor Lucero explica: “En la primera valoración se establece que necesitaba oxígeno permanente, tenía desnutrición con signos de hipoxia crónica. Al profundizar la investigación nos enteramos que tenía una atresia de esófago que podía estar asociada a una fístula (comunicación entre dos órganos, en este caso de esófago con un pulmón)”.

Se decide un manejo conjunto por endoscopía respiratoria y digestiva con la intervención de un equipo multidisciplinario. “En esta endoscopía es dificultoso observar la fístula, por lo cual necesitamos un medio de contraste para hacerlo. Se decide una terapia endoscópica mínimamente invasiva para inflamar la fístula y así volver a cerrarla. Para ello utilizamos una sustancia muy barata como el ácido tricloroacético, utilizado para el tratamiento de verrugas, y realizamos un cierre mecánico con argón, que en muy pocos hospitales se tiene. En el seguimiento, una paciente que no podía caminar una cuadra porque se agitaba ahora puede realizar actividades casi a la par de los niños de su edad, no depende de oxígeno y con ello ha mejorado considerablemente su peso y su talla, además de haber aumentado enormemente su capacidad pulmonar, hoy es una niña feliz, lo cual nos enorgullece como equipo”, manifestó el profesional.