Terremoto del '44: el hito de la reconstrucción histórica de San Juan

El 15 de enero de 1944 un movimiento de 7,4 puntos en la escala de Ritcher destruyó San Juan. La solidaridad del pueblo argentino, clave para un renacer de las cenizas.

Servicio Informativo Gobierno de San Juan 16 de enero de 2023 Redacción Diario Popular Digital Redacción Diario Popular Digital
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El 15 de enero de 1944, a 79 años de aquel día, a las 20:49, solo casi 30 segundos bastaron para transformar la Ciudad de San Juan y alrededores en escombros y cenizas.

El Ministerio de Gobierno a través del Archivo General, rememora un aniversario más del terremoto del año 1944, y al reciente fenómeno ocurrido en el año 2021.

A partir de diferentes fuentes históricas resguardadas y custodiadas en esta institución trae al presente el recuerdo de la importancia que desempeñó el Proceso de Reconstrucción en una provincia devastada por las consecuencias del sismo.

Hechos históricos que se pueden evidenciar desde fotografías poco difundidas con la sociedad sanjuanina.

El terremoto del 15 de enero de 1944
En una noche de verano sanjuanino, más precisamente un sábado a las 20.49 horas, la provincia sufrió la mayor tragedia que recuerda el país. Debido a las pérdidas materiales y sobre todo a las vidas que se llevó; aproximadamente más de 10 mil almas.

Las consecuencias del sismo se caracterizan por haber sido desproporcionadas comparándolas con su intensidad, rescatando la solidaridad y la empatía que fue trascendental.

El epicentro se ubicó a 20 kilómetros al norte de la ciudad de San Juan, en las proximidades de la localidad de La Laja, en el departamento Albardón. El mismo fue percibido también a las provincias Córdoba, La Rioja, Mendoza y San Luis.

 Al poco rato del movimiento comenzó a llover torrencialmente, situación que duró varios días, y fue agravada por un frío inesperado.

Luego vino el tradicional calor del enero sanjuanino, el hedor de los cadáveres debajo de los escombros y su posterior cremación en pilas, ya sea a los costados de las calles o en el cementerio. Fue necesario evitar que se propagara la fiebre tifoidea.

 La gran cantidad de réplicas que siguieron al terremoto terminaron de derrumbar lo que había quedado en pie. El movimiento telúrico fue y alcanzó 7,4 grados de magnitud en Escala Richter y una intensidad máxima de IX grados en la Escala Mercalli modificada.

La provincia sucumbió por lo inadecuado de sus construcciones. En toda la zona afectada, sobre todo la ciudad de San Juan, especialmente el sector norte (Concepción), y los departamentos de Albardón, Angaco, Ullúm, Chimbas, San Martín y Caucete, las construcciones eran en su mayoría de adobe y algunas de ladrillo cerámico macizo, generalmente muy antiguas y sin ningún tipo de refuerzo para prevenir los efectos de los movimientos sísmicos.

 El cuadro de dolor no tardó en llegar entre los familiares que buscaban sobrevivientes o información de sus seres queridos, recurriendo a la fe y la esperanza de encontrarlos con vida.

La solidaridad y las primeras medidas fueron fundamentales. Entre las primeras acciones que adoptó el gobierno fue disponer la remoción de los escombros para retirar los cadáveres y habilitar las calles para el tránsito de los vehículos. Desde topadoras a carros para el transporte, todo tipo de medio se utilizó. También se demolieron los edificios que presentaron graves fallas estructurales. Fue decretado el toque de queda, pues los actos de pillaje también existieron en aquellos días de dolor.

 El Ejército tuvo un papel muy destacado porque se ocupó de las primeras necesidades como la comunicación, puestos sanitarios, campamentos de tránsito, etc. La fuerza desempeñó un rol central o de aprovisionamiento de alimentos y demás elementos de primeras necesidades, tanto en la Capital y departamentos afectados.

El máximo exponente de solidaridad se recibió desde la vecina región de Mendoza. Además enviaron auxilios médicos, enfermeros y medicamentos, en dos trenes que partieron a partir de las 00:40 del día siguiente, junto a coches particulares que se ofrecieron en grandes cantidades, sumándose con víveres, ropa, abrigo y agua potable. Otras provincias también presentaron su auxilio, y fue Córdoba, La Rioja, San Luis, Salta y Santa Fe. Tres días después de la catástrofe arribó a la Estación San Juan del Ferrocarril Pacífico el presidente General Ramírez con su comitiva oficial. El Gobierno nacional desde la Secretaría de Trabajo y Previsión organizó una gran colecta nacional hasta llegar a reunir poco más de treinta y ocho millones de pesos. La solidaridad llegó desde la Cordillera y los chilenos concurrieron de inmediato. Un avión capotó y su tripulación de médicos y enfermeros: Bardiani, Medina, Lazo y Mella, lamentablemente perecieron antes de cumplir su cometido.

 Qué paso luego del terremoto
El terremoto que asoló la ciudad de San Juan destruyó miles de viviendas, edificios públicos, obras comunales e históricas y la economía de gran parte de la población, que representaban el patrimonio acumulado en varias generaciones.

La Argentina debió aceptar, a partir de 1944 el desafío de poner en pie casi toda una ciudad de más de 80.000 habitantes. Las principales acciones llevadas a cabo en este período en materia de vivienda fueron iniciadas desde el Consejo de Reconstrucción de San Juan, el Banco Hipotecario Nacional y el Instituto Provincial de la Vivienda.

La emergencia posterremoto
El Poder Ejecutivo Nacional creó el Consejo de Reconstrucción de San Juan, dependiente del Ministerio del Interior. Este emprendió acciones para atender la emergencia, entre las que comprendía la construcción de barrios de carácter precario, así surgieron 25 barrios en zonas suburbanas con serios problemas de infraestructura básica de servicios. En el Gran San Juan se construyeron 7794 viviendas, mientras que en los departamentos fueron distribuidas 1930 viviendas. Luego de varios decretos de origen nacional para normalizar la ayuda a la reconstrucción de San Juan, la Ley 12.865 (1948) acordó a la provincia un subsidio, que incrementó el presupuesto, en varias ocasiones posteriores; para la construcción de viviendas, escuelas y obras de urbanización. El terremoto significó sin dudas un quiebre en la economía sanjuanina, pero permitió una nueva reconstrucción de viviendas donde se tuvieran en cuenta las características de hábitat sismo resistentes.

 Los sanjuaninos en su momento se encontraron divididos en opiniones opuestos en relación a qué lugar era el más propicio para levantar nuevamente la ciudad; es decir si volvía a reconstruir sobre la ciudad de San Juan o se trasladaba a otro sector. Por lo cual se tomó la decisión de reconstruirla en el mismo sitio. Se evaluó en relación a las viviendas y se estimó la falta de 10.000 hogares aproximadamente, además de cientos de escuelas y demás obras. Se tomó como primera tarea, la construcción de casas de emergencia.

 En 1947 se había creado el Consejo de Reconstrucción. Una vez fijada la línea de edificación, la apertura y ensanche de calles, se comenzó con las construcciones que crearon un verdadero emporio de trabajo. Surgieron oportunidades para distintos oficios: albañiles, carpinteros, arquitectos, ingenieros, técnicos constructores, electricistas y otros. Muchos de los que se habían ido de la provincia comenzaron a volver; a la vez que muchos migrarían hacia la ciudad. El 32 % de la población vivía en el Gran San Juan - entonces la provincia contaba con 261.229 habitantes –según señaló el Censo de 1947. Fue la época de la expansión urbana, como lo fue con el departamento de Rawson. A nivel Nacional se había empezado un proceso de transformación a partir del Primer Plan Quinquenal puesto en marcha por el presidente Perón (1947). Se buscó fortalecer las economías regionales; que desde tiempos de la colonia estaban aisladas entre sí y sólo vinculadas con el puerto o el mercado de Buenos Aires y también la construcción de carreteras. El país había sido dividido en 74 zonas económicas.

 Otro dato, no menor, es que después del terremoto nació en la provincia una nueva advocación a nuestra: Nuestra Señora del Tulum, como protectora de la provincia ante los terremotos. Una singular imagen en la que la Virgen atiende el clamor del pueblo entre las ruinas se encuentra en la Capilla del Santísimo de la Catedral de San Juan y otra en la parroquia de esa advocación. Las cenizas de los restos de los miles de víctimas del terremoto, están en una urna que se mantiene actualmente en la Iglesia del Convento de Santo Domingo.

 Por otro lado el Fondo Serie Misceláneas Reconstrucción de San Juan y Obras Públicas, es un fondo que años recientes, se dio ingreso en la Institución; comprende desde el año 1940 al 2000. En el mismo se pueden consultar documentos como expedientes, planos, croquis y sobre todo fotografías de un gran valor histórico provincial. Esta es la fuente protagonista en esta nota, ya que todas las imágenes hacen referencia a las diferentes obras públicas que se proyectaron, y en su gran mayoría se concretaron no sólo en la ciudad, si no el resto de los departamentos del San Juan. Lo que permite realizar un viaje al pasado y ubicarnos en la actualidad; porque muchas obras; como edificios públicos, escuelas, barrios, puestos sanitarios, etc.; hoy pueden ser reconocidas en los paisajes sanjuaninos que transitamos a diario en ocasiones. Fue proceso lento que demandó inversión, tiempo y mano de obra; pero que era necesario.

 Las imágenes que fueron seleccionadas corresponden a la década del ´40 y ´50. Que fueron acompañadas de sus informes y memorias; respectivamente presentados por la Dirección Provincial de Vialidad, Dirección Provincial de Obras Publicas y la Dirección de Arquitectura.

 El terremoto del 18 de enero del 2021
Los sanjuaninos fuimos nuevamente sorprendidos con otro sismo el 18 de enero del 2021 en el departamento de Pocito. Una noche de verano, en que se percibido muy fuerte y en algunos lugares sufrieron los cortes de luz a nivel general. Situación que revivió en algunas personas mayores el temor y recuerdo del terremoto del año 1977 de la provincia.

 Los daños fueron mayores a los que se sospecharon. Ya que se reportaron colapsos de viviendas de adobe, grietas profundas a lo largo del eje de la Ruta Nacional 40, derrumbes parciales, y otros daños importantes, sobre todo en los Departamentos de Pocito y Sarmiento. Esta vez la intensidad Mercalli del movimiento telúrico fue en escala del VI a VII; con epicentro en la localidad de La Rinconada, Pocito.

 La empatía y la solidaridad, también fue necesaria para colaborar con las familias de las zonas más afectadas y sus alrededores; acontecimiento que se puede observar a través de los periódicos locales. Por lo tanto a partir de las evaluaciones y diagnósticos de los profesionales; correspondientes en relación a los daños ocasionados, se necesitó la construcción de viviendas de emergencia, y se contó incluso con la visita del presidente brindando nuevamente la ayuda y asistencia a la provincia.

 En esa ocasión; hoy próximo a cumplirse dos años del acontecimiento, lo más importante fue que la provincia sufrió daños materiales y no se lamentaron las pérdidas humanas.

Sucesos que a través de los periódicos locales pueden observarse y consultarse también en la institución; a través de un turno previo por medio de del correo electrónico [email protected] o llamando a los teléfonos 4307264 – 43.

La memoria de un pueblo, permite la construcción de una identidad y una historia; y esa es la importancia de los archivos. Estos fenómenos naturales permiten recordar no sólo la tristeza, sino también la solidaridad y la fortaleza propia de la cultura de San Juan

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