Condenaron a 45 años de prisión a un padre por violar y asesinar a su hijito de 4 años

Exequiel Contreras (31) fue encontrado culpable de los delitos abuso sexual agravado y homicidio simple.

Policiales 29 de septiembre de 2022 DdC
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Este jueves pasado el mediodía, Exequiel Contreras recibió la sentencia de 45 años por haber abusado sexualemente de su hijo y luego haberlo matado. Si bien Fiscalía había pedido abuso sexual con acceso carnal agravado y homicidio criminis causa, es decir que buscó matarlo para ocultar la violación, los jueces Silvina Rosso de Balanza, Maximiliano Blejman y Juan Bautista Bueno (Sala II, Cámara Penal) consideraron que cometió los delitos de abuso sexual agravado y homicidio simple, por lo que la pena entre ambos sumó 45 años.                               

El hecho

Exequiel Cuello fue un niño de 4 años, que ingresó al hospital Rawson sobre el mediodía del 9 de diciembre de 2019 y perdió la vida el 23 de enero de 2020, porque a todo ese cuadro se le sumó una herida letal: una hemorragia cerebral, porque había sido víctima de violentos zamarreos.                                                                      Lo altamente curioso para el tribunal y las partes del juicio oral y público que se sigue contra el único detenido del caso, el padre de ese chico, Exequiel Contreras (31), es que tanto el imputado como la madre del menor, Tamara Cuello, dijeran no haber notado ninguna de las lesiones más graves en el cuerpo del niño y tampoco haberlo escuchado quejarse, por el terrible dolor que seguramente padeció.                                                  

Los detalles escabrosos

 
Dos médicos que atendieron en el hospital Rawson al pequeño Exequiel Cuello (4 años) en un estado muy cercano a la agonía cuando ingresó (el 9 de diciembre de 2019) y el forense que revisó su cadáver 45 días después (el 23 de enero de 2020), describieron ante el tribunal, el terrible cuadro de lesiones que presentaba ese nene, como las múltiples fisuras en su cola producto de ataques sexuales y el grave daño cerebral ocasionado por al menos un golpe que le dejó una fractura en su cráneo y, además, el síndrome del niño sacudido por el infarto cerebral generalizado que terminó con sus días.

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