En medio de protestas, el gobierno talibán quiere convencer al mundo que ha cambiado

Mientras el secretario de Estado norteamericano Antony Blinken se mostró preocupado por la conformación del nuevo Gobierno, China lo recibió como el "fin de la anarquía" y una "etapa importante para restablecer el orden en el país".

Mundo - Internacional 09 de septiembre de 2021 télam télam
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El nuevo Gobierno talibán, de línea dura pese a las promesas de que sería más "inclusivo", busca convencer a sus potenciales aliados del mundo de que ha cambiado, mientras combate una serie de protestas desatadas en las últimas horas en las grandes ciudades del país, muchas de ellas encabezadas por mujeres.

Mientras el Ejecutivo talibán despierta preocupación en la mayoría de la comunidad internacional occidental, en China fue recibido como el "fin de la anarquía" y una "etapa importante para restablecer el orden en el país".

"Esto pone fin a más de tres semanas de anarquía en Afganistán y constituye una etapa importante para el restablecimiento del orden en el país y su reconstrucción", dijo ante la prensa Wang Wenbin, vocero de la diplomacia china.

La potencia asiática, que comparte 76 kilómetros de frontera a gran altura con Afganistán, es uno de los pocos países que mantiene abierta su embajada en Kabul a pesar de las incertidumbres en materia de seguridad.

En el poder desde mediados de agosto y dos décadas después de haber impuesto un régimen fundamentalista y brutal en Afganistán entre 1996 y 2001, los talibanes anunciaron el martes la composición de un Gobierno interino.

Todos los miembros de este ejecutivo, dirigido por Mohammad Hasan Akhund, un excolaborador cercano del fundador del movimiento, el mullah Omar, son talibanes. Y casi todos pertenecen a la etnia pashtun.

Varios nuevos ministros, algunos de los cuales ya eran muy influyentes en el anterior régimen talibán, figuran en las listas de sancionados de la ONU. Cuatro de ellos pasaron por la cárcel estadounidense de Guantánamo.

El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, se mostró este miércoles preocupado por la conformación del nuevo Gobierno y por "las afiliaciones y los antecedentes de algunos" de los integrantes penados por la ONU, tras una reunión en línea con ministros de otros 20 países aliados en la que discutieron cómo "hacer que los talibanes respeten sus compromisos y obligaciones", con foco en los derechos humanos.

"Comprendemos que los talibanes presentan esto como un gabinete provisorio. Lo juzgaremos luego por sus acciones", enfatizó, desde Alemania, citado por la agencia de noticias AFP.

El ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, por su parte, reiteró la necesidad de brindar "ayuda humanitaria" e instó a los talibanes a permitir el acceso de la ONU.

La Unión Europea (UE), por su parte, lamentó que el nuevo Gobierno no sea un grupo "inclusivo y representativo" del país, tal y como habían prometido los talibanes.

Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, y su par bielorruso, Alexandr Lukashenko, dialogarán mañana sobre el asunto, informó el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, quien desestimó que por el momento Moscú vaya a mantener conversaciones con el Gobierno provisional de Afganistán.

Desde que llegaron al poder, los talibanes han querido mostrarse más abiertos y moderados, pero sus promesas no acaban de convencer y muchos temen que vuelvan a imponer el régimen fundamentalista de los años 1990, especialmente atroz con las mujeres.

Pramila Patten, responsable de ONU Mujeres, agencia sobre la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer, consideró que su ausencia en este Gobierno de dirigentas "ponía en duda el reciente compromiso (de los talibanes) para proteger y respetar los derechos" de las afganas.

En un comunicado, el líder supremo del movimiento talibán, Hibatullah Akhundzada, afirmó que el Gobierno "trabajará fuerte para defender las reglas del islam y la sharia", unas declaraciones con las que acrecentó la inquietud ante el temido régimen.

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